Yo nací en la familia Hammett el 18 de agosto del 1976 en el pequeño pueblo de Craig, Colorado. ¡Mi papá pastoreaba una iglesia bautista allí, y desde el principio, yo fui fiel en asistir a la iglesia! Mis padres siempre estaban en la iglesia, y por supuesto, yo iba con ellos. Por consecuente, yo era un niño bien comportado porque mi papá y mi mamá se aseguraron que yo me portara bien. Por supuesto, yo tuve mis momentos de desobediencia y rebeldía, pero yo nunca puede hacer nada tan grave en realidad, porque yo temía ser castigado por mi papá.

Durante mi niñez, se me hizo muy difícil verme como un pecador en los ojos de Dios. Yo sabía todos los datos sobre Jesús y Su muerte en la cruz. Yo sabía que el pecado causaba que Dios mandara los hombres o mujeres al infierno. Francamente, yo le tenía miedo al infierno, y yo había orado una pequeña oración cuando yo tenía solo seis años de edad, creyendo que me ayudaría a entrar al cielo, aunque yo en realidad no entendía las verdades sobre la salvación en aquel punto. (Nota: salvación, salvo, y regenerado son términos Bíblicos refiriéndose al perdón de los pecados por Dios y el rescate de una persona del poder y penalidad de ese pecado. Este es el requisito de Dios para la vida eterna.) Yo también fui bautizado después de haber hecho una profesión de conocer a Dios.

Yo hice todas las cosas correctas y antes de tener 10 años ya yo había servido en la iglesia más que lo que otras personas habían servido en toda sus vidas. El problema era que yo nunca había resuelto lo de mi pecado de la manera que Dios demanda que el pecado se resuelva. Usted ve, no es suficiente saber todos los datos sobre Jesús, poder recitar los versículos de la Biblia, servir en la iglesia y hacer muchas buenas obras. ¡Dios solo acepta a aquellos quienes han resuelto su pecado de la manera que Dios requiere en Su Palabra! Cuando yo tenía como ocho años de edad, estas cosas comenzaron a tener sentido. Yo comencé a darme cuenta que, aunque yo era un niño bastante bueno, yo no estaba bien en los ojos de Dios. Una noche, yo fui a un culto de la iglesia en Washburn, Illinois, con mi familia. Mi papa estaba predicando un culto especial esa noche, y el predicó sobre el mismo tópico que me estaba molestando.

Esa noche mientras el culto progresaba, yo comencé a ver que aunque yo había orado una pequeña oración a Dios para que yo no tuviese que ir al infierno, yo no era salvo realmente. Yo aún estaba condenado en los ojos de Dios. El problema era que yo nunca me había arrepentido de mis pecados. La Palabra de Dios nos dices que Dios manda a todos los hombres a arrepentirse de su pecado. Yo necesitaba verme como Dios me veía – un asqueroso y sucio pecador quien merecía juicio eterno. No era que yo había hecho nada tan terrible, en términos humanos. Pero, solo una rebeldía o una desobediencia era suficiente para hacerme merecedor del juicio como un pecador en los ojos de Dios.

Yo sabía que Cristo había muerto por el pecado de la humanidad, pero yo nunca había hecho la conección personal entre la muerte de Cristo y mi pecado. Esa noche, yo decidí que yo había ignorado a Cristo por demasiado tiempo. Yo fui donde mi papa y le dije que yo necesitaba ser salvo. Él y yo hablamos después del culto, y nosotros examinamos algunos versículos. Ahí mismo, en la iglesia, yo baje mi cabeza y le pedí perdón a Dios. Yo acepté el gran regalo de Dios como la única esperanza que yo tenía. Esa fue la noche más memorable de mi vida. Yo nunca podré olvidar lo que me pasó en esa pequeña iglesia. De hecho, mi vida ha sido muy diferente desde ese entonces.

Yo le doy gracias a Dios por haberme protegido del pecado que yo pudiera haber cometido, si yo no hubiese sido salvo. Eso no quiere decir que yo no hago cosas malas, pero sí que yo tengo un corazón nuevo – un corazón que me hace querer complacer a Dios con mi vida. Una relación con Dios es la relación más importante que usted pueda tener en su vida.

Si usted está buscando el significado real de su vida, entonces usted necesita buscar de Dios. Pare de tratar de llenar ese vacío dentro de usted con relaciones humanas, cosas materiales, tiempos de diversión, y religión. Nada puede tomar el lugar en su vida que Dios desea llenar. Aun aquellos que son religiosos y buenos necesitan venir a Dios como Él lo requiere.

Haciéndolo a su manera o ignorando la eternidad nunca le va a hacerlo llegar al cielo. Ese es Su Cielo y usted tiene que venir como Él lo requiere. Ningún hombre puede llegar allá por sus propias buenas obras. Yo estoy muy agradecido que yo pude establecer una relación con Dios. Yo espero que usted también considere como usted se ve antes de Dios. Dios es muy real y Su modo de vida es mucho mejor que ningún otro modo. Si usted no está seguro de cómo usted se ve antes de Dios, por favor pida ayuda. Me encantaría explicarle la palabra de Dios personalmente para que usted pueda estar seguro de cómo usted se ve antes de Dios.